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Columna, Mujer

Fecha publicación

Por Julián Casas Luengo, Socio-Director de AEMED.

Cuando se pone en marcha AEMED, la Asociación Española de Mujer, Ejecutivas y Deporte, sus dos promotoras, Theresa Zabel y Marian Otamendi, me proponen participar de forma activa en la misma.

Sabedoras de que una de las inquietudes del proyecto Patrocina un Deportista es trabajar por la igualdad de la mujer en el sector deportivo, consideraron que podía aportar lo suficiente como para, siendo una organización muy humilde, estar desde el principio trabajando para lograr el objetivo principal de la asociación: incrementar la presencia de la mujer en los órganos de decisión de las empresas e instituciones del sector deportivo.


¿Y qué pinta un hombre aquí? Pues hay varios motivos, algunos esgrimidos desde el principio por ellas y otros que he ido aprendiendo con el tiempo:
-La igualdad es un proceso imparable. Los avances han sido espectaculares en los últimos años, pero si los hombres no “empujamos”, el tiempo que va a ser necesario para llegar a la meta va a ser taaaaan largo que la sociedad no se lo puede permitir.
-Cuando hablamos de que se trabaja por la igualdad, hay que demostrarlo. Y eso, se hace de dos formas: actuando en tus organizaciones y en tu vida en ese sentido, pero también siendo “activista” y dando publicidad en tu entorno a una realidad: queda mucho por hacer para lograr la igualdad en un sector mayoritariamente masculino (y en parte machista) como es el deporte. Este es el motivo de que yo esté aquí.
-Lograr la igualdad es bueno para la sociedad. Y no solo porque se haya demostrado en diversos estudios que las organizaciones en las que se trabaja de forma conjunta entre hombres y mujeres son más eficientes (y rentables), sino porque es un tema de justicia.

Por eso no solo seguiré trabajando en esta línea y colaborando en la mayor medida posible con AEMED, sino que invito a todos los hombres (y mujeres) que lean esto a integrase en la asociación, bien como socios o bien como simpatizantes.