Categoría

Columna, Mujer

Fecha publicación

La función de la mujer ha estado reducida durante muchos años a la reproducción y, desde esta perspectiva, la maternidad y el cuidado de la prole y del círculo familiar han sido las tareas que han definido su rol social. En el caso del hombre, su participación en la sociedad ha estado orientada a sustentar el sistema productivo y a proporcionar medios materiales para el mantenimiento de la familia.

Las culturas y las distintas civilizaciones de la historia humana han dado prioridad a las funciones que desempeñaban los hombres y han estado marcadas por el patriarcado. Este reparto de funciones ha condicionado la vida de las mujeres a lo largo de la historia reduciendo su quehacer al ámbito de lo doméstico y privado. 

Por ello, cuando han accedido al mundo público, ya sea como estudiantes, profesionales o dirigentes, se han encontrado con dificultades no sólo a nivel personal, sino también en el entorno familiar y en el ámbito sociocultural de las organizaciones. 

Las mujeres en la dirección y gestión del deporte 

Las disposiciones de los diferentes organismos internacionales y de los gobiernos de los países para eliminar la discriminación por género, así como las normas y medidas adoptadas por los organismos deportivos internacionales y nacionales para promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el deporte, han producido una serie de efectos positivos, como el aumento de participación femenina en parte de las estructuras administrativas del deporte. Sin embargo, cuando analizamos la participación real de estas mujeres en la toma de decisiones y observamos los puestos que ocupan, comprobamos que, si bien ha aumentado el número de ellas, su situación de influencia en la toma de decisiones es muy escasa. 

Los niveles más bajos de participación femenina se dan en el Comité Olímpico Español y en las Federaciones Deportivas y personal técnico, aspecto a resaltar porque de estos organismos dependen, precisamente, las directrices y normas que regulan la práctica deportiva, los cuales se hacen mayoritariamente bajo la visión masculina.

De los trabajos realizados sobre los problemas que tienen las mujeres para acceder al ámbito de la gestión y la dirección del deporte desde el Seminario Permanente Mujer y Deporte de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte he extraído algunas consideraciones: 

Estrategias para promover la participación de las mujeres en la gestión deportiva

 Del análisis expuesto sobre la situación que actualmente tienen las mujeres en relación con la dirección y gestión del deporte así como de los factores que intervienen en dicha situación, se desprende la necesidad de realizar intervenciones que favorezcan el acceso y la participación de mujeres a los puestos de decisión en el deporte.

 La utilización de estrategias específicas para el ámbito deportivo relativas al empoderamiento de las mujeres y a la superación del hipotético “techo de cristal” que haga realidad la igualdad de oportunidades debería ser un objetivo prioritario para las instituciones. Igualmente la aplicación y cumplimiento en el ámbito deportivo de las leyes y normas de carácter general que existen en relación con la igualdad entre mujeres y hombres.

 La peculiaridad de las estructuras administrativas del deporte, el modelo androcéntrico y patriarcal que preside la gestión de las mismas y el carácter voluntario de los puestos de responsabilidad parecen estar en la base de la escasa presencia de mujeres en los puestos de responsabilidad de la gestión deportiva.

 Asimismo, la ausencia de modelos femeninos unido al poco impacto que tienen en los organismos e instituciones deportivas las normas y los apoyos de carácter general que se están implementando para favorecer la conciliación de la vida personal, familiar y laboral inciden de manera negativa en la motivación que se requiere para tener estas aspiraciones profesionales. 

Por todo ello, consideramos absolutamente necesario establecer estrategias de actuaciones dirigidas a minimizar los factores de repercusión negativa y a potenciar en las mujeres actitudes y aptitudes de liderazgo, así como a generar, sobre todo en las más jóvenes, el interés por las tareas de gestión y dirección dentro del ámbito deportivo. En esta línea de actuación, a continuación, se exponen algunas propuestas que podrían aplicarse.

Conclusiones 

• Se observa que existe un paralelismo entre la situación del sector deportivo y los demás ámbitos profesionales, al menos en nuestro país.

 • Se confirma la escasa presencia de mujeres en puestos de responsabilidad del ámbito deportivo, tanto a nivel nacional como internacional. 

• Se observa que las instituciones y organismos que rigen el deporte, en general, siguen el modelo androcéntrico y patriarcal. 

• El establecimiento de leyes y normas orientadas a la igualdad entre mujeres y hombres no se ha visto acompañado de un aumento de mujeres en los puestos de responsabilidad en el deporte. Los motivos parecen relacionarse con la peculiaridad de las estructuras administrativas del deporte y con el carácter de voluntariado que tienen dichos puestos. 

• En general, se pone de manifiesto el esfuerzo que supone para las mujeres ocupar puestos de responsabilidad debido a que estos se rigen por los modelos masculinos. 

• El acceso de las mujeres a los puestos de responsabilidad se ve limitado porque ellas no entran en los presupuestos que tienen los hombres sobre la gestión deportiva y utilizan como indicadores de calidad los valores masculinos. 

• Las mujeres con puestos de responsabilidad, a través de su propia experiencia, ponen de relieve las actitudes machistas que todavía persisten en las relaciones interpersonales. Estas se manifiestan a través de la invisibilidad de las mujeres y de los estereotipos de género asociados a la forma de ejercer el poder. Generalmente, los hombres todavía consideran que la utilización de las denominadas “armas femeninas” tienen más eficacia a la hora de gestionar que la formación profesional. 

• Las mujeres consideran que las características que las sitúan en mejores condiciones para ejercer el liderazgo son: la capacitación profesional, la disponibilidad de su vida personal, la motivación y el apoyo del grupo. 

• Los altos niveles de desigualdad que todavía persisten justifican la creación de Oficinas y Comisiones en los centros de trabajo y en las administraciones para el tratamiento y la defensa de los derechos de las mujeres y la implementación de actuaciones concretas.

Referencias bibliográficas 

AGUINAGA, J. (2004). Las desigualdades de género entre los jóvenes. En Informe Juventud en España. INJUVE. Disponible en: http://www.injuve.mtas.es/injuve/contenidos.item.action?id=1729623244

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B.O.E. (20023) Ley de Igualdad Efectiva Entre Mujeres y Hombres. Madrid: Boletín Oficial del Estado.

COMITÉ OLÍMPICO ESAÑOL /2007). Estudio mujeres en los órganos de gobierno de las organizaciones deportivas españolas 2002-2006. Madrid: Comisión Mujer y Deporte. COE. http://www.mujerydeporte.org/documentos/ver_doc.asp?Id_noticia=101&Tit ulo_not=Estudio+mujeres+en+los+%D3rganos+de+Gobierno+de+las+orga nizaciones+deportivas+espa%F1olas+2002%2D2006